Uzbekistán

Continente
Fechas del viaje
03 Sep 2009 - 28 Sep 2009
Crónica del país

TERCER TAN

Uzbekistán es nuestro tercer tan y será el último. Es el centro del Asia central. Ciudades y desiertos con mucha historia, de nombres evocadores y grandiosas construcciones. Volvemos a oír otro idioma túrquico, aunque de veras que no los distinguimos mucho de las lenguas persas vecinas. Eso sí, tuvimos nuestra primer (y único…) contacto con el esperanto en la capital. Internacionalia.

Rica en recursos naturales, y uno de los principales productores de algodón del mundo. Para ello han secado el mar de Aral, el cuarto lago natural de la tierra. Ahora seco, contaminado, salinizado, con residuos de armas biológicas… La codicia humana no tiene límites.

Decidimos pasar de las condiciones de visado de Turkmenistán, ese no es nuestro estilo de viajar en bici. Y pagamos un alto precio: ir en avión. Es encantadoramente cómodo pero nunca es agradable separarse de nuestras burritas, y dejarlas en manos de cualquiera… Así que entramos por tierra y salimos por aire.

Samarkand

Entramos por la A377, asfalto sin arcén, hasta Samarcanda. Esta legendaria ciudad llena de impresionantes monumentos y un aburrimiento monumental. Más allá del centro histórico es poco atractiva.  Visitamos el famoso e impresionante Registan, de cuando el mongol Tamerlan tenía su capital aquí. Controlaba desde Delhi a Moscú. No era famoso por su benevolencia. Cúpulas turquesas y mosaicos que te dejan con la boca abierta. Todo construido sobre un lecho de arena…

Nos volvemos a encontrar con Michael (la tercera), y con Taro (la segunda). Aquí celebramos el XLII aniversario de Josetxu. ¡Uf! Nos cruzamos con Manchus y Emilio, de pedalada desde Gijón hasta Nepal (www.rutadelasedasolidaria.blogspot.com). Realmente ya se empiezan a ver mucho hispano practicando esto del ciclismo pesado. La verdad es que esto de la bici mola que te pees.

Visitamos las fábricas de alfombras donde mujeres trabajan años para acabar piezas de una fuerza inusitada. En los mercados de la tarde las doñas nos invitan a comprar pan y fruta. El día del cumple de Josetxu intentamos tomarnos algo. Salimos en bici a explorar la noche y realmente nos volvimos rápidamente. Otro rollo muy distinto: coches grandes, vestidos deluxe y vodka. Qué pereza.

Bukhara

Salimos de Samarcanda por la autovia M37, en asfalto en diversas condiciones y tramos en cemento y tramos recién nuevos. En Qizitepa tomamos el desvío al Lago Tudakul, por una secundaria y nos muestra otro paisaje hasta Kagan. El paisaje es llano y lleno de plantaciones. Los uzbekos llevan cientos de años cultivando en el desierto. Literalmente, y gracias a las aguas del Pamir y del Tian Shan, que les llegan por los ríos Amu Darya y Sir Darya, las fronteras naturales del país.

Vamos a visitar otra monumental ciudad, Bukhara. Repetimos encuentros (Michael 4, Taro 3) y turisteos por esta milenaria ciudad. Un día vamos de cata de vinos uzbekos: ¡pse! Lo más divertido fue la sesión de fotos con la dueña rodeada de todas sus banderitas. Aquí les tira lo del vino dulce. Brrr. Nos perdemos en sus madrasas y mezquitas. La torre del minarete Kalyan es lo mejor. Una joyita. La mitad de sus monumentos son patrimonio de la Humanidad. Mereció la pena.

Nurota

De Bukhara salimos hacia el norte, hacia las montañas de Nurata. Pronto el paisaje nos transporta a las extensas estepas que atravesó el mero Alejandro el Grande, el de las macedonias. Vemos nuestro único petroglifo de toda Asia Central, parecido a una vaquita. Algunos con problemas de ego han materializado su nombre al lado.

En Nurota aún se pueden apreciar los restos de una fortaleza que Alejandro Magno utilizó para dominar la región. Sus sistemas de recogida y distribución de agua son en parte usados hasta hoy. La familia que regenta el alojamiento es tan hospitalaria que nos abruma. Tan lejos y tan cerca. Seguramente no los volveremos a ver y los recordaremos siempre con cariño. Así es esto.

Tashkent

Pedaleamos entre las montañas y el lago Aydarkul, creado artificialmente para regular las crecidas del Syr Darya. Más algodón, más algodón. ¿Hasta cuándo? De las secas estepas volvemos a los verdes huertos y al llano. Y al tráfico. A medida que nos acercamos a Tashkent se hace más denso. Tomamos carreteras secundarias asfaltadas en diversas condiciones. Finalmente llegamos a la autovía y también al tráfico espantoso.

Ya en la capital pasamos unos días en casa de Eugeno, uno de los poquísimos uzbekos que hablan esperanto, con el que compartimos no más de 15 minutos en cinco días que estuvimos alojados en su casa. Fue entonces cuando concentró todo su deseo de promocionar la lengua internacional con nosotros. Menos mal que su hija Dasa andaba por ahí y hablaba inglés. ¡Danko! Compramos unos buenos libros para seguir con nuestra sana costumbre de la literatura viajera, siempre azarosa y sorprendente. De picnic discreto en un parque la policía nos pilla y nos invita a vaciar nuestras cervezas. Comprensible en un país musulmán. Ahora ya nos quedan pocas horas antes de tomar el avión a Baku, donde parece que va a haber encuentro, otro, el quinto, con el famoso bávaro.

Datos básicos del país

Capital
Taskent

Con este apartado pretendemos, en cada artículo, dar una información más técnica sobre el material que utilizamos, así como comentarios y trucos para hacer el viaje en bici más fácil.

Ficha técnica

Las alforjas delanteras

Ya las habíamos probado en Nueva Zelanda, pero en la carretera austral demostraron lo mejor. Pako era el único que no llevaba y finalmente se le rompió la llanta trasera, en gran parte por llevar todo el peso atrás. Con las alforjas delanteras repartes mejor el peso, son muy prácticas y cómodas (los modelos de Ortlieb, Vaude y otras marcas son hechas en PVC impermeable), y también muy caras. Recomendables.

Mapa con la ruta