Camboya

Continente
Fechas del viaje
19 Mayo 2002 - 27 Mayo 2002
Crónica del país

En CAMBOYA se te va la olla!

Cuenta la leyenda que el reino de Kambuja, el de los hijos de Kambu, el fundador del país, surgió de las aguas como la dote para la unión entre el Brahman indio Kaundiya y una princesa local. Cuando el héroe indio navegaba por un inmenso lago, vio a la princesa y le lanzo un dardo con el que enamoro de forma irreversible a la incauta. El suegro, un dragón que dominaba el lago, hizo surgir la tierra y la cedió como dote al foráneo Casanova. Sea como sea, el origen de Camboya esta claramente marcado por la llegada de los primeros colonos que venían desde la India.

Camboya es la tierra de los khmers (jemeres), la etnia dominante en el país con la población más homogénea de todo el sudeste asiático. También este nombre trae los nefastos recuerdos de los khmers rouges, los jemeres rojos de Pol-Pot, y de principios de los 70s, llenos de oscurantismo, limpieza étnica y agrariarismo. Ahora es el Reino de Camboya, y su rey Sihanouk es uno de los camaleones políticos más longevos de Asia, omnipresente en el devenir histórico de la región a lo largo de los últimos 75 años.

Desde 1996 Camboya volvió a abrir sus fronteras al resto del mundo, dejando atrás un largo periodo de mas de 30 años de guerras y aislacionismo. Las consecuencias son aun palpables: las peores carreteras e infraestructuras de la región, y todavía un@s 800 afectad@s cada año por accidentes con minas o munición sin explotar. No es raro ver mutilados a lo largo del viaje. Este peligro latente limita el desarrollo agrícola de amplias zonas, sobre todo en las montañas. Los presupuestos para desminar los campos son impensables para la economía de uno de los países más pobres de Asia. Camboya depende totalmente de la ayuda internacional para abordar esta tarea. Localizar, desactivar y anular una mina cuesta aproximadamente unos 300 USD. Fabricarla tan solo 3. Junto con Afganistan y Angola, Camboya es de las zonas más minadas del mundo. Queda mucho por hacer.

En nuestra opinión l@s camboyan@s son la gente mas dulce que hemos encontrado en Asia hasta ahora. Tras el aislamiento y la guerra, ahora les apetece hablar con extranjeros, practicar inglis, saber de otros lugares. Siempre nos trataron con extrema amabilidad, incluso en las zonas mas alejadas de todo lugar, que son las que aconsejamos recorrer si queréis disfrutar de verdad este país. Muy, muy buena gente.

Las montañas del Elefante

A pesar de todo esto, pedalear por Camboya es una gozada. La costumbre de alojarnos en los wats, los templos budistas, continua aquí con mas razón que nunca. No es muy recomendable la acampada libre. Camboya es un llano surcado por infinidad de canales y corrientes de agua. Se mueve tanta o más mercancía por el agua que por las destrozadas carreteras. En su limite SO con Tailandia se elevan las Cardamon Mountains, zona minera del país y ultimo refugio de los jemeres rojos. Camboya y Tailandia son buenos productores de piedras preciosas, un detalle que no paso por alto la guerrilla pro-maoísta.

Cuando estas montañas se zambullen en el océano Pacifico se llaman las montañas del Elefante. Nosotros entramos por ahí, por Hat Lek, en el extremo SW de la costa camboyana. Un par de casinos hacen las delicias de tailandeses y turistas. En todas las fronteras de Camboya florecen los casinos, pues aquí el juego esta permitido y no así en el resto de los países vecinos. Atravesamos el recién estrenado puente que lleva a la ciudad de Krong Koh Kong, cambiamos moneda y seguimos ruta. El ejército tailandés colabora con el gobierno camboyano en la nueva carretera que cruza unos 150 kms de cerradas selvas tropicales. Pasamos pequeñas aldeas a las orillas de los ríos, que aun se cruzan en barca.

La lluvia monzónica persiste pero nosotros siempre encontramos algún sitio donde refugiarnos. Los camboyanos, como el resto de los pueblos de esta parte de Asia, viven en casas levantadas del suelo y construidas sobre pilares, que alejan la vivienda de la humedad y las inundaciones temporales. Allí nos guarecíamos cada vez que la lluvia aparecía. Al final no vimos ningún paquidermo. Tras atravesar las montañas seguimos la línea costera hacia Vietnam. En Sre Ambel aparece el asfalto y tomamos “LA” carretera que va desde la Phom Penh, la capital, a Sihanoukville, el puerto de Camboya.

La costa hasta Vietnam

Hacemos unos km por esta flamante vía y llegamos a Veal Renh. La carretera sigue hasta la costa, pero allí acaba y nuestra intención es continuar hacia el SE, camino de Vietnam. Paramos en este pueblo, para descansar y las varias rutinas de los bicicletos (lavar ropa, limpiar la bici, beber alguna cervecita). Al día siguiente nos desplazamos en bus hasta el consulado vietnamita, en Sihanoukville, y en 20 minutos conseguimos el visado que en Bangkok nos hubiera llevado cuatro días. Felpecto. Mientras, en Veal Renh dejamos las bicis y todo el equipo al cuidado de Phear. Un loco mundial, que no habla ni una palabra de ingles, pero con el que no paramos de reírnos mientras estuvimos allá (ver colaboradores – Camboya, en la website).

En el consulado vietnamita nos informaron de la posibilidad de cruzar la frontera cerca de Chau Doc, y para allá nos dirigimos. Desde Veal Renh discurre una carretera a tramos sin asfaltar, entre la costa y las montañas de Bokor. Pasamos por Kampot y seguimos hasta la villa costera de Kep, típico destino playero para los camboyanos. Juli lleva unos días con la espalda rota. Pensamos que alguna postura de alguna noche, un frío... Ya no esta Holga con nosotros así que no tenemos masajista en el grupo, pero por aquí el tema del masaje esta tan extendido que cualquiera te mete mano un rato. Una señora muy amable recompone la espalda a Juli sin mas recompensa que unas risas y nuestro sincero agradecimiento. Seguimos por caminos destrozados surcados por trazadas de motos y bicis. Juli se cosca de que tiene el manillar de la bici ligerisimamente descentrado. Por ese estúpido detalle le vino el dolor de espalda, oyes.

Alcanzamos la carretera nacional 2 y pasamos noche en un wat donde una monja muda hace las delicias de la concurrencia y cocina muy rico, por cierto. Tan solo 40 km de pista polvorienta nos separan de Vietnam. Embozados con pañuelos y gorros compartimos este tramo con el trafico pesado de los camiones. Pero lo mas duro fue llegar a la frontera y encontrarse con los maderos vietnamitas diciéndonos que nasti, que esa frontera no es “internacional” (hay alguna frontera en el mundo que no sea inter-nacional?). Su contrapropuesta es rodar 250 km por Camboya para llegar a la frontera correcta, en vez de los tan solo 15 km en línea recta que distamos de la incorrecta por territorio vietnamita. Así que tras acordarnos de todos los ancestros de todos los policías de todas las fronteras de todo Vietnam, en español por supuesto, y con una patada en el trasero, nos despedimos del delta del Mekong y damos media vuelta.

De Phom Penh a Saigon

Con la primera en la frente, pedaleamos 180 km por una espantosa pista hasta Phom Penh. A mitad de camino decidimos diluir en cerveza Angkor nuestro infortunio, y probamos las saladitas larvas de nosequé mariposa. Rico. Es en la capital camboyana que vemos por primera vez el gran río Mekong. Esta autentica arteria atraviesa toda la península del sudeste asiático. El Mekong nace en las altiplanicies tibetanas, y recorre desde allí 4200 kms hasta el mar. En su delta es donde la humanidad cultivo por primera vez arroz, hace mas de 4000 años. Rodamos por una tierra antigua para el hombre.

Decidimos seguir ruta directa por la carretera nacional 1 hasta Ho Chi Minh City, la antigua Saigon. Pasamos noche a orillas del Mekong, en un wat con tan solo tres monjes, dos de ellos novicios y con ganas de charla. En la velada repasamos con uno de ellos su cuaderno de ejercicios de ingles. Todo un poema. Al día siguiente cruzamos el Mekong en Neak Luong, uno de los escenarios de la película “Killing Fields”, os suena? Nos despedimos del gran río hasta Laos. El paisaje hasta Vietnam es una sucesión de campos resecos en espera de las milagrosas lluvias monzónicas, que nosotros ya hemos tenido ocasión de conocer en Tailandia y el oeste del país.

La ultima noche en Camboya la pasamos en un wat al ladito de la frontera. Los monjes nos prepararon las esteras para dormir justo a los pies del gran Buda que preside el local. A las 4 de la mañana nos despierta la letanía de mas de 100 monjes y monjas rezando mantras budistas. Una situación divertida la de salir del saco y vestirse sin ruborizar a mas de una monja, ya talludita. Salimos de Camboya por Bavet. Dos horrorosos casinos flanquean la carretera, que ya cerca de Vietnam mejora considerablemente. Decimos adiós a Camboya.

Datos básicos del país

Capital
Phnom Penh

Con este apartado pretendemos, en cada artículo, dar una información más técnica sobre el material que utilizamos, así como comentarios y trucos para hacer el viaje en bici más fácil.

Ficha técnica

Talleres de bici de Bangkok

Lo más probable es que si vais a rodar a Camboya o a cualquier otro destino del sudeste asiático, lleguéis o salgáis desde el aeropuerto de Bangkok. Bangkok es una megapolis, en donde podréis encontrar buenas burras y repuestos de buena calidad, de importación, y algo bastante peores, made in China. Si os falta algo o tuvisteis problemas durante vuestras travesías por la región, aquí os van una par de direcciones de tiendas y talleres:

  • Probike, en Lumphini Park, al lado de la Embajada de Camboya. Dos pájaros de un tiro. Una tienda moderna, con todo tipo de accesorios, material de importación, taller... Precios y estándares como en Europa.
  • Merida bikes y la calle Luang Road, en China Town. Todo tipo de tiendecitas y talleres gestionados por chinos, donde encontrar de todo, bueno, malo, caro, barato....
  • Luang Road y alrededores del Klang Hospital, se convierten en los domingos en un macromercadillo de herramientas, bricolage, hardware, en donde podréis encontrar material de segunda mano para bicis.
Mapa con la ruta