ARGENTANGO
No aprendimos a bailar tango, es algo muy porteño y nosotros hemos rodado por la cordillera. Espectaculares Andes. A pesar de la grave crisis de 2002, que aún se nota y como siempre y en todo lugar, ha empobrecido todavía más a los pobres del país, en la tierra de los gauchos se come y se bebe bien. Un detallazo para los ciclistas, tan preocupados por nuestros estómagos. Hemos conocido las facturas, el asado, los alfajores, el mate y el Mantecol, el mejor chuche que hemos probado hasta la fecha.
Un país muy grande, con posibilidades de rutas en bici casi interminables. Tanto es así, que te encuentras fácilmente con practicantes del ‘ciclismo pesado’. Para l@s biciclet@s ha supuesto el primer re-enganche de un miembro a la ruta: Pako, que ya pedaleó un par de meses con el grupo en Laos y Tailandia en 2002, se tomó un año de vacaciones y pedaleamos cinco meses por la cordillera andina. Aquí nos despedimos momentáneamente, pues Pako tenía obligaciones que cumplir: una visita de Gema a Brasil durante un mes. Nos vemos luego, tronk.
Además de la fama de grandilocuentes, que por cierto, es bastante merecida, a los argentinos hay que sumarle su hospitalidad y facilidad para compartir. Como ellos mismo dicen: ‘nos gusta la joda’. De hecho, hemos frecuentado los campamentos de Vialidad porque nos han tratado casi siempre de lujo. ¡Vivan los peones camineros! Los personajes históricos hacen una larga lista: San Martín, Perón, Gardel, y ahora Diego Maradona. No podrás escapar a la rivalidad entre el River Plate y el Boca Juniors, que supera el ámbito del fútbol.
La Tierra de Fuego
Aquí nos encontramos con Pako, en Ushuaia a orillas del canal Beagle, algo así como por la latitud 55º sur. Es 8 de Enero y verano austral, pero en las montañas nieva. Tras la euforia del encuentro, ensayamos un día de burra hasta la bahía Lapataia, el final del RN3. Un cartel nos indica que queda más de 18.000 km hasta Alaska. Con esta ya son cuatro las veces que hemos visitado los puntos más australes del globo, junto a Sudáfrica, Tasmania y Nueva Zelanda. Claro que queda más tierra chilena al sur.
Los alrededores de Ushuaia son chulos. Las estribaciones de los Andes llegan aquí con bosques, lagos, y ¡castoreras! El 11 de Enero empezamos el rock´n´roll. El primer día cruzamos el Paso Garibaldi y pasamos noche a orillas del Lago Fagnano. Tenemos contacto con nuestro primer ‘ripio’, que así llaman por aquí a las pistas consolidadas con piedra.
Después llega la eterna estepa con sus grupos de guanacos correteando, y un viento fuerte y frío dominante del oeste que hace muy difícil la pedalada. En Río Grande Pako y Juli pasan de Eolo y se suben al bus. Josetxu sigue en burra hasta Punta Arenas, ya en Chile, donde nos reencontraremos. Las pampas fueguinas dominan el paisaje hasta la bahía de San Sebastián, donde un cartel gigante nos recuerda que ‘las Malvinas son argentinas’. Aquí acaba el primer capítulo argentino.
Los Glaciares
El reencuentro con la Argentina no es muy alentador: pampa y viento. Probamos la mítica RN40, la carretera más larga del país, que recorre la precordillera andina desde la Quiaca, en la frontera boliviana, hasta Río Gallegos. Puro ripio, en muy mal estado, que están pavimentando. En la estación de Vialidad de El Cerrito nos espera un bonito encuentro con ducha, asado, mate y plática. Le pillamos el gustillo a los de Vialidad y así será a lo largo de todo el país. Con la imagen lejana del monte Fitz Roy y la cordillera llena de glaciares y lagos, llegamos a El Calafate.
Visita turística de rigor al Glaciar Perito Moreno, con una noche de luna llena oyendo los atronadores desprendimientos de los hielos al caer al lago Argentino. Este glaciar, que es una lengua del Campo de Hielo Sur, estrangula periódicamente al lago, hasta que la presión del agua del brazo Rico aumenta y acaba reventando el glaciar. Justamente esto pasó un mes después de que pasáramos nosotros.
De vuelta del glaciar lo celebramos con un ‘tenedor libre de parrillada’, es decir, atáscate de carne deliciosa. Tras la sobredosis de proteína y colesterol nos metemos cuatro días más de pampa y aire hasta El Chaltén, un pueblito en la base de los montes Fitz Roy y Cerro Torre. Un par de paseítos por estas montañas para flipar con todo, y camping libre con Mario y Sara, de Madre, y el resto de la peñita que se mueve por aquí. En un despiste de esos nos levantan una mochila con la cámara de fotos, un gore-tex, gafas de sol… Nunca bajes la guardia, amigo.
En el bar Zafarrancho mostramos por primera vez el audiovisual de l@s biciclet@s. Ahora ya vamos por la 3ª versión, y a pesar de que no hacemos dinero con ello, siempre caen unas birrillas. Tras otra pantagruélica borrachera en el bar El Puesto (ojito con el nombre) salimos hacia la Laguna del Desierto. Un ferry nos lleva a la orilla norte y esa misma tarde porteamos equipaje hasta el hito con la frontera chilena. El camino es una sendita empinada, a través de un bonito bosque de lengas, que lleva entre 2 y 4 horas empujando la bici. Luego hay una rodada en bici cuesta abajo, y otro ferry más hasta Villa O’Higgins, donde por ahora empieza la famosa RN7, la carretera austral. Todo este lío es preferible a la RN40 y sus pampas ventosas. ¿O no? La verdad es que cada vez más ciclistas y mochileros optan por hacerlo. Y merece la pierna. Aquí nos juntamos con Hans y Renata, Rob, Micah y Tyler. Con todos ellos compartiríamos días de bici por la austral. Si yo tuviera coche, me iría a Bariloche…
Barriloche y alrededores
El tercer capítulo argentino comenzó en el Paso Futaleufu. De bajada a Trevelin nos encontramos con Sara y Steve, dos pedaleantes más de la Escocia. A Pako se le rompe la llanta trasera de la burra, la misma que ya cambió en Tailandia dos años atrás, ¿qué te parece? La ruta continúa por el bonito Parque Nacional Los Alerces, hasta llegar a El Bolsón.
Las noches empiezan a ponerse más frías pero aquí en El Bolsón, un agradable microclima permite la producción de fruta fina y cerveza artesanal, que no dudamos en probar. Tras la paradita seguimos rumbo a Bariloche y entramos en el parque Nacional Nahuel Huapi, el más grande del país. Bariloche ya es una pequeña ciudad, situada en un entorno envidiable, y llena de turistas todo el año. Buen sitio para reparar bicis y hacer gestiones. Entre estas últimas, nosotros despedimos a Tyler, un camarada de pedal que se regresaba a Hawai. Otra tremenda peda.
Salimos de Bariloche por la ruta de los siete lagos, que pasa por los Parques Nacionales Nahuel Huapi y Lanín hasta llegar a San Martín de los Andes. Paisajes andinos, volcanes nevados, selva valdiviana y vegetación de transición, con mucho lago y buenas pistas. En Junín de los Andes se nos une Micah, alias Maicón, y con él rodaremos un par de semanas hasta Los Angeles, ya en Chile.
Juli se separa y toma rumbo a Puerto Montt (Chile), para visitar a una amiga. Pako, Micah y Josetxu seguimos hacia el norte por el cañón del río Alumine. Aparecen las primeras araucarias, árboles alucinantes, con las primeras lluvias otoñales. La zona está llena de asentamientos mapuches. En el lago Alumine nos llueve con fuerza, y llegamos al Paso Icalma bajo un fuerte chaparrón. Así nos vuelve a recibir Chile y abandonamos la Patagonia.
El NOA Argentino
Último y más largo capítulo de la saga argentina. El noroeste argentino no desmerece nada. Tanto o más alucinante que la Patagonia. Mucha quebrada y cuestas, con paisaje totales. Cruzamos el Paso Libertadores con frío y viento. Ya en el Cerro Aconcagua, el techo de América no nos deja ver su cumbre, rodeada de nubes. Nos damos un bañito en las aguas termales del Puente del Inca, y descendemos la ribera del río Mendoza con el temporal pisándonos los talones. Ya en Mendoza llueve con ganas y los pasos cordilleranos se cierran. Pako se marcha a Brasil un mesecito 'de vacaciones' y 'con polola'. El próximo encuentro será en San Pedro de Atacama, en un mes más o menos.
En la provincia de la Rioja ya no hablan tan bien de Menem. Eso sí, el vino sigue estando riquísimo. Dejamos atrás el salar de Pipinaco, subimos la Cuesta de la Chilca y la del Clavillo. Desde arriba se domina el valle de Tucuman y 40 km de descenso a través de alisos, selva a la que sólo le faltan monos, y las plantaciones de limones más grande del mundo. Luego la inversa: 50 km de subida a Tafí del Valle. Arriba nos cae 'garrotillo', un fino pedrisco de hielo. Aprovechamos para pasar el día con los de Vialidad y visitar los menhires de la cultura tafieña, con más de 15 siglos.
Del otro lado vuelve el paisaje árido, con los imponentes cactus cardones por todos los lados. Tras pasear por las ruinas de Quilmes, las más grandes y mejor conservadas del país, llegamos a Cafayate y conocemos a Sacha. Artista del barro y del vino, pedaleante a ratos, en su taller Utama (literalmente 'Tu casa') todos los ciclistas tenemos un lugar de encuentro.
Tras Cafayate rodamos una de las carreteras más bonitas que hayamos hecho, la quebrada de Cafayate. Pongámosle cinco estrellas. Ya en Salta nos reencontramos con el suizo Christian, con el que habíamos rodado por Chile. La idea es llegar juntos hasta San Pedro de Atacama. También en Salta no volvemos a encontrar con Daisuke, un veterano de la ruta con más de seis años y 100000 km en las piernas. Con él nos encontramos por primera vez en Mozambique, y juntos pasamos en Salta la vigilia del gaucho Güelmes, el héroe independentista salteño, bebiendo whiskey y mascando coca.
En el NOA es legal coquear, una buena costumbre para la gente que vive en la puna, el altiplano, y que l@s biciclet@s no tardan en hacer suya. En la semifinal de la Copa Libertadores de fútbol (como la Champion League europeda) se encuentran el River Plate y el Boca Juniors. La dimensión socio-política-deportiva del evento está fuera de nuestro alcance. Clasificó Boca y fue una experiencia muy, muy argentina.
De Salta a Jujuy
Pedaleamos la 'carretera de las cornisas'. Cuatro estrellas. Ya en Jujuy tenemos uno de los encuentros más breves e intensos del viaje. Pasamos dos noches con Benjamín 'el Ekeko' y su compañera Ana Rosa, y su muy extendida familia. El Ekeko recorrió más de 2000 km en bici por toda Argentina, pero tirando de un carro de 150 kgs donde llevaba luces y sonido, y material de camping y demás, para montar sus espectáculos de mimo y sus talleres de construcción de instrumentos prehispánicos. Una pasada. Si pasáis por Jujuy no dejéis de visitar a este par de encantadores locos.
La carretera sigue por la quebrada de Humahuaca. Entre cuatro y cinco estrellas. Cerros de colores y pueblitos antiguos por esta ruta que ya usaban los incas. Subimos la cuesta de Lipán y cae nuestro primer 4170 m! Viento frío en contra pero con asfalto, son la bienvenida a la puna o altiplano. La primera noche la hacemos en una casa hecha de sal, en Salinas Grandes.Las noches hielan y los días son con viento en contra.
Así llegamos al pueblito de Jama, a 4100m. Por aquí dicen que sólo nieva una vez al año, y justo nos tocó a nosotros. Así que pasamos dos días en la aduana, rodeados de polis y camioneros y mucha testosterona. Subimos el paso andando y al otro lado sólo se ven estepas nevadas. Cruzamos el paso con las burras en distintos camiones para pasar los 160 km que quedan hasta San Pedro de Atacama. Acampar en la nieve y pasar un par de noches a -20ºC no nos resultan muy sugerentes. Han pasado casi seis meses desde que salimos de Ushuaia. Y es que Argentina es mucha Argentina, che.
Datos básicos del país
Con este apartado pretendemos, en cada artículo, dar una información más técnica sobre el material que utilizamos, así como comentarios y trucos para hacer el viaje en bici más fácil.
Los campamentos de Vialidad argentinos
En muchas carreteras aisladas, los únicos edificios que vereis serán los de Vialidad, ya sea Nacional o Provincial. Muy enrollaos con los ciclistas, nosotros pasamos muchas noches con ellos, nos dieron agua, información, refugio... Muy a tener en cuenta si vas a hacer una ruta larga por Argentina.