Tanzania

Continente
Fechas del viaje
08 Ago 2001 - 17 Oct 2001
Crónica del país

TARZANIA

Tanzania resulta de la unión de la excolonia alemana de Tanganica y el archipiélago de las islas Zanzíbar, Pemba y Mafia. Por estas estepas milenarias salió el Homo sapiens. Los paisajes africanos por excelencia. El Kilimanjaro, la montaña mas alta del continente, con 5.895 mts. En Tanzania solo falta Tarzán, que hablaba en swahili a Jane, Chita y los demás. Fue lugar de muchos encuentros y despedidas. Unos vienen de visita y otros aparcan la bicicleta una temporada. El resto seguimos. También llego la cámara de video. Acción!

Leones, tse-tse y masais. Un país grande y duro de rodar. Yambo, yambo bwana, avari gani, msuri sana. Swahili a tope, poco inglés. Buena Kili baridi (cerveza fría) para empujar el estofado de carne con patatas y plátano, la indigesta y flatulenta tripa. Y es que hace falta ponerse las pilas para atravesar estas tierras de África.

Las montañas del sur

Entramos en el país por Kyela, en el sur, en la frontera con Malawi. Desde aquí hasta Mbeya escalamos las Poroto Mountains y sus exuberantes bosques tropicales. Holga, que se cayo de la bici el día anterior, no puede pedalear por estas duras rampas que comienzan desde el río Songwe. Así que con Pepe se suben a un bus y quedamos en vernos en Mbeya. Tras unos días de descanso con sus sesiones de rigor de colada, ajuste de bicis e internet, Ana marcha con Juli hacia Dar es Salaam. Ella a por un nuevo pasaporte y el a por una visita mas de su hermano Miguel Angel, y de Jazmín. Ellos traen la tan esperada cámara de video. Holga queda en Mbeya a la espera de Ana, mientras que Pablo, Pepe y Josetxu parten hacia el norte.

La carretera que va hasta Makongolosi escala el paso mas alto de las carreteras tanzanas, a 8030 pies (unos 2.400 mts), tras tres horas de lucha por pistas polvorientas y de piedra suelta. Llegando a Chunya la pista se hace cada vez mas arenosa y al borde de la Reserva Nacional de Rungwa ya estamos hartos de los picotazos de las moscas tse-tse. En Kambi Katoto nos hospedamos en la casa del tipo de la tienda, curiosamente representante del partido en el poder. Por las noches escuchamos atónitos sus proyectos de hermanar esta aldea perdida con alguna localidad europea o americana. Nos invita a compartir su noble sueño que fluye repetitivamente bajo los efectos del güisqui local. No nos conmovió y todo queda entre risas y unas cervecitas. Por aquí merodean leones y otros felinos. Así que esperamos a Holga y Ana que vienen en bus, y de empalmada seguimos hasta Itigi. Allí nos hacemos los primeros planos con la cámara de video digital mientras que saboreamos unos chorizos que vienen directamente de España ¡Ole!

Desde Itigi a Singuida rodamos por una estepa seca y amarillenta salpicada de acacias. Tras Singuida y camino a Katesh, el paisaje muestra curiosos pináculos de roca y se va haciendo mas accidentado. Mas arena en la carretera, mas conductores de camión suicidas, viento en contra, agua escasa. Para colmo, una noche, el que decía ser el jefe de la aldea nos “hospeda” en su casa. Al final nos mete en casa de otro, nos cobra generosamente por cenar, no le gusta que las mujeres fumen. Una joyita. Afortunadamente la vista del volcán Hanang (2.800 mts) alegra la vidilla.

De camino entre Babati y Arusha nos adentramos en la región de los grandes Parques Nacionales tanzanos: Tarangire, Lago Manyara. La pista esta destrozada y buscamos los senderos para bicicletas que trazan atajos atravesando las primeras bomas o aldeas maasais. El viento sopla fuerte en contra y aparece un nuevo elemento en el paisaje: los todo terrenos llenos de turistas blancos. Arusha nos recibe con el Monte Meru (4.556 mts) como decorado y el reencuentro con Jazmín, Miguel Angel, Juli y Poli. Este ultimo un viajero español amigo de una amiga de un amigo....

El lago Eyasi y los bosquimanos

Ya somos otra vez nueve. ¡Nos vamos de safari!!! Ngorongoro y el Lago Eyasi. Maasais, datogas y adzebes, los famosos bosquimanos. Los bushmen. Con ellos pasamos uno de los momentos mas fascinantes del viaje. Estos cazadores-recolectores no necesitan mecheros ni cerillas para encender fuego o sus xilums, las pipas de barro para fumar tabaco y/o marihuana. Van a cazar con arcos y flechas de diferente calibre según la presa. Y a desenterrar tubérculos con una rama torcida con la punta afilada. Tras unos meses se desplazan a otro área, cazan algo, y hasta que no se comen todo no piensan en moverse. Mas o menos como nosotros.

En Ngorongoro flipamos mas de una vez. Dentro del cráter con los bichitos. Estaban todos menos la jirafa. Y ya por la noche Jazmín y Juli tuvieron la visita de una hiena que se coló en su tienda. Se supieron defender con unas almohadas y listo. Ahí es na’. Se acaba el safari y la compañía de Poli, Jazmín y Miguel Angel. Snif! Hasta la próxima.

Lago Natron

Nos vamos de wild biking safari al corazón de la tierra maasai. El Rift Valley y el Lago Natron con su colonia de flamencos nosequé más grande del mundo. Y con el volcán sagrado Oldonyo Lengai (2.878 m). La ruta comienza por las laderas boscosas de Munduli. Morani, un maasai que gestiona un garito turístico en Munduli Juu, nos cuenta sobre su pueblo y su cultura. También nos dibuja un mapa de la zona con los puntos de agua (escasos), las bomas maasai (algunas), y las zonas mas pobladas de animales (varias). Es el XXXIV cumpleaños de Josetxu y lo celebramos con vino de la región: tinto dulce malo y blanco seco bueno. Esto es la estepa y no se puede pedir mas.

Bajamos al Rift Valley a través de la Seven Corners Road. Infernal descenso que se cobra la parrilla delantera de Pepe y nos sumerge en el fondo de esta kilométrica falla. Por aquí las jirafas, chacales, antílopes y cebras se confunden con los rebaños de los pastores maasai. Este área es conocida con el pot, la olla. Sin comentarios. Alcanzamos el primer deposito de agua, sin duda el lugar mas concurrido en estos parajes. Las mujeres lavan ropa, los pastores traen el ganado para abrevar, y los niños y niñas acarrean agua a las bomas. La pista se cubre de polvo. Ya al atardecer llegamos a un poblado maasai donde hacemos noche. Nosotros nos sorprendemos tanto o mas que ellos.

Seguimos nuestra pelea con la pista y llegamos a Elutoto, el segundo punto de agua. Cargamos combustible y al pedal. Rodeamos el Monte Kitumbene (2.942 m) por el sur. Esto es como hace muuuuuuuuuuucho tiempo. Los animales salvajes en su salsita y nosotros con nuestras burritas. Sesión de pinchazos. La pista esta hecha un Cristo. A Juli le da una pájara, pero otra boma maasai salva de nuevo a nuestros bicicletos. Refugio y unos pocos litros de agua son algo muy valioso en la estepa del este de Africa. Al día siguiente, bastante destrozaditos llegamos a Engaruka Chini. En este poblado maasai nos encontramos con Olipello, el jefe de los moranis, los guerreros maasai. En su garito acampamos, comemos carne y bebemos cerveza. En Africa la hospitalidad es mucho mas que una costumbre.

Para atravesar los 60 km de praderas arenosas y polvorientas que nos separan del Lago Natron, decidimos cargar las bicis en algún vehículo de los muy pocos que pasan por aquí. En dos días nos juntamos todos en Ngaresero, a orillas del Natron y a los pies del imponente Oldonyo Lengai. El volcán con el magma mas frío (solo unos 500°C y pico) del planeta. Una pasada de sitio. Allí conocimos a Bern, un arquitecto alemán de vacaciones con su bicicleta por la estepa. Con el compartimos unos días.

La diáspora

De vuelta a Arusha nos encontramos con la hermana de Pablo, Sara, y su compi Jochen. Son risas y lagrimas. Pablito se vuelve a London después de seis meses de pedaleo con los bicicletos. C U soon. A los pocos días se van Holga y Ana pedaleando a Nairobi, con rumbo a Madrid, claro que si. Ha sido año y medio de puritita convivencia. Nos vemos pronto. Muchos besos y tailwinds. El grupo pierde sus efectivos femeninos y se reduce a tres. Nos vamos de convivencias a las faldas del Kilimanjaro. Allí conocemos que es HADCO (Hands for Development and Cooperation), un proyecto de cooperación con madres solteras que llevan Maria, Carmina, Sonia y Cristina. Ellas también solteras. Gracias a ellas conocimos a Iginas, que nos descubrió el techo de Africa. Con la imagen de la cumbre del Kili en la retina nos acercamos al Monte Meru donde ciclamos una de las travesías en bici mas recomendable de los alrededores. Una pista publica atraviesa el Parque Nacional del Meru permitiéndonos disfrutar del entorno virgen de este volcán.

De vuelta en Arusha nos cae el 12 de Octubre y el segundo aniversario de viaje en bicicleta. 18 países africanos, 20.000 kms rodados, casi un continente. Parece que no nos hemos dado mucha prisa. Vamos a ver que tal se nos da este próximo año, que ganas no nos faltan. Dejamos Arusha. En Nairobi vamos a ver como saltar a la India. Asia es el siguiente. Pero antes a Josetxu le salió curro en Africa del Oeste, entonces Juli y Pepe se Irán a Uganda, pero además Holga anda todavía por Kenia. A ver como nos organizamos esto.

Datos básicos del país

Capital
Dodoma

Con este apartado pretendemos, en cada artículo, dar una información más técnica sobre el material que utilizamos, así como comentarios y trucos para hacer el viaje en bici más fácil.

Ficha técnica

La frontera de Malawi y Tanzania

Casi todas las guías turísticas lo avisan: si vas a pasar de Malawi a Tanzania por tierra cuídate de conseguir el visado antes, pues Tanzania no tiene representación diplomática en su vecina del sur. Pero ya en la ciudad de Balntyre mucha gente nos comento que en la frontera no eran muy estrictos. Así que llegamos allí y los agentes tanzanos nos dieron tres meses de visado turístico con una sonrisa y 25 USD por cabeza en la mano. En la Embajada de Tanzania en Maputo (Mozambique) nos costaba un mes 50 USD y tres meses 100 USD. Un ahorro de tiempo y dinero.

Mapa con la ruta